domingo, 28 de julio de 2013

Primer número

Comenzamos la verdadera andadura de nuestra revista con un primer número muy atractivo. Y hacemos ya una llamada a todo aquel que quiera participar en nuestro número 2 con algún poema, crítica, reseña, fotografía, cuadro o cualquier otro artefacto cultural o metacultural. [Podéis ver el número y descargarlo (completo o por trabajos) aquí].

Número actual: nº 1, vol I, julio 2013 (número completo)

INTRODUCCIÓN
Nicolás Nieto 

BISEL/VISEL: ANATOMÍA DE UNA PALABRA
Elia Saneleuterio

ROSENZWEIG Y EL MÉTODO JUDÍO COMO FORMA
David García-­‐Ramos

SOBRE EL ESPACIO SONORO EN UN AUTO SACRAMENTAL (MÚSICA)
Lidia Aguilera

UN ROSARIO POR LOS MUERTOS AL CAER EL SOL (POEMA)
David Atienza   
  
TRES FRAGMENTOS (RELATO)  
Eduardo Piquer

HIPÓTESIS (POESÍA Y ARTE)
Eduardo Piquer y David García-­‐Ramos

UNA NOVELA DE NICOLÁS NIETO DESDE LA ALCANTARILLA DE LA LITERATURA (RESEÑA)
Tomás  Rico

domingo, 28 de marzo de 2010

Sobre The Angel in the house


The Angel in the house, Julia Margaret Cameron, 1871

Por TOMÁS RICO MARTÍNEZ

La práctica de la fotografía se popularizó a partir de la segunda mitad del siglo XIX debido, en parte, a los avances que propiciaron la creación de nuevas máquinas menos aparatosas y sensiblemente más sencillas en cuanto al uso.
Mientras todavía existía una función puramente científica de la misma, la posesión de cámaras por parte de aristócratas particulares hizo que se ampliaran las fronteras temáticas de la fotografía, contribuyendo además a crear una conciencia propia de práctica artística, que desde su génesis se había visto sometida al debate.
Julia Margaret Cameron fue, en este sentido, una pionera. Mujer acomodada, perteneciente a la aristocracia victoriana, pasaba largas temporadas en soledad mientras su marido hacía negocios para engordar las arcas familiares. A la edad de cuarenta y ocho años, su hija le regaló una cámara fotográfica con la que poder combatir las ociosas jornadas propias de la aristocracia femenina victoriana.
De este modo, Julia Cameron comenzó a retratar a sus vecinos y amigos, mujeres en la mayoría de los casos, desde una óptica distinta a lo que predominaba en la época, marcada por la fotografía al servicio de la ciencia o los reportajes documentales. En este sentido, es destacable la visión personalista e intimista de la psicología femenina que mostraba la fotógrafa inglesa, influida directamente por el tipo victoriano de belleza con caracteres marcadamente prerrafaelitas. De hecho, frente a la imagen ofrecida por su contemporáneo Nadar, centrada en el retrato exterior y aparente, la fotografía de Cameron trata de sacar a la luz aquello que subyace bajo la materia, integrando sus a sus retratadas en su medio cotidiano.
El caso de Julia Cameron no es único, teniendo en cuenta que desde los primeros años, y con la popularización de la fotografía en las clases altas, las mujeres se acercaron muy asiduamente a esta práctica, en parte por las dificultades que tenían a la hora de ingresar en la Academia. La fotografía ofrecía, en este caso, una posibilidad de expresión casera y personal, que sufrirá un enorme desarrollo con el tiempo.